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Foto del escritorLa Monareta

Floristeria Yenny, un regalo de Dios para una familia excepcional

Actualizado: 22 may 2023

Floristeria Yenny es el resultado de un regalo del Señor, después de años de pedir la oportunidad de tener su propio negocio

La floristería Yenny, es un local muy acogedor ubicado estratégicamente en la calle 9 #8-31 Barrio Simón Bolívar de Ubaté, cerca de algunas funerarias y al parque Juan José Neira. Su nombre fue inspirado en el motor de la familia Quiroga, su hija menor, ya que esta linda joven de 31 años con parálisis cerebral y discapacidad cognitiva ha sido el impulso para este y otros retos que han superado en equipo a lo largo de muchos años. Pero la historia de hoy no es sobre Yenny, como normalmente sucede; hoy nuestro blog será un homenaje a la señora Dorita Quiroga, una mujer de admirar que comparte su experiencia para inspirar a otras mujeres:


Nacida en Guachetá, abandonada por su madre junto con sus 7 hermanos, cuando aún era bebé conoció el sufrimiento y soledad. Nunca tuvo un hogar, y vivió sus primeros años en diferentes lugares pasando duras necesidades. Siendo aún una niña trabajó durante años en casas de familia en Bogotá. En la flor de su juventud conoció a un hombre con quien al parecer formaría lo que nunca tuvo: una familia, la cual empezó a crecer con la llegada de dos hermosos hijos. Recuerda con nostalgia la ilusión de su segundo embarazo, luego de ver crecer a su pequeño Diego, esperaba una niña y eso la llenaba de expectativas, pues seguramente sería el alma de la casa. Sin embargo con el nacimiento de Yenny, su realidad cambió significativamente puesto que a pesar del inmenso amor y vínculo que se crea con un hijo especial, detrás de ello como madre hay muchos sacrificios. Los gastos médicos, terapias, continuos quebrantos de salud y dependencia son una fuerte carga que sumada al abandono de su esposo, le permitió conocer la verdadera fortaleza e importancia de ir siempre de la mano de Dios.

Ante tantas dificultades, regresó a Ubaté donde esperaba contar con el apoyo de familiares cercanos, sin embargo encontró que esto no era tan sencillo y en un pueblo las oportunidades de empleo eran muy pocas. De la mano de Yenny recorría las calles y trabajaba por días para poder estar al tanto de ella. En varias familias y establecimientos le fueron conociendo y al final manifiesta “me faltaban manos para trabajar”. Diego, su hijo mayor siempre le apoyo y desde muy joven empezó a trabajar también para ayudar a soportar los gastos. Así lograron salir adelante, siempre unidos.

Hace aproximadamente 5 años empezó un nuevo empleo realizando oficios varios para una floristería, pero mantenía la ilusión de tener su propio negocio, sin imaginar que fuera en este gremio, ya que en realidad imaginaba algo diferente, como una cafetería, papelería o incluso un taller de costura. Era un sueño lejano pero constante. Manifiesta que siempre pedía a Dios algo que ya estuviera marchando porque temía al desafío de empezar de cero; sin pensar que Él ya la estaba preparando.

En un momento inesperado, la dueña de la floristería le ofreció este establecimiento en venta. Esto parecía un imposible; en el fondo dudaba y creía que no se podrían dar las cosas. Sin contar con dinero para empezar y sin conocer del oficio a profundidad, en compañía de su hijo quien reunió sus prestaciones del trabajo que venía desempeñando en el acueducto municipal y algún dinero prestado, lograron tomar este negocio que ahora es su empresa familiar, donde después de aprender con ayuda de You Tube y poner a prueba su creatividad, disfrutan especialmente la oportunidad de llevar alegría a los hogares a través de detalles florales para el amor, reconciliación y otras ocasiones especiales (algo que los caracteriza son sus tarjetas hechas a mano con cariño y dedicación)



María Dora Quiroga reconoce y nos comparte que todo es posible de la mano de Dios ya que Él abre todas las puertas a su debido tiempo, que sigue aprendiendo, creciendo, y que emprender y mantenerse requiere esfuerzo y constancia. Antes pensaba que al contar con su propio negocio tendría más tiempo para ella y para su niña, pero ha comprobado que al contrario debe permanecer allí más de lo esperado para poder brindar el servicio que sus clientes requieren. Pero trabajar en familia e incluso poder generar empleo a otra madre cabeza de familia es una gran bendición


Al conocer esta historia reiteramos la importancia de apoyar el emprendimiento. Cómo detrás de cada negocio hay una realidad y una familia, sueños e ilusiones.

Mujeres: a pesar de los miedos y barreras, todo es posible!


Hoy Doña Dorita cierra con una linda frase y enseñanza: “Mientras haya vida, hay esperanza


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